sábado, 16 de mayo de 2009

Siempre habrá poesía





Mientras buscaba información para escribir una entrada de este blog, descubrí que algunos de los versos que más me gustaban de la canción de Serrat “Caminante, no hay camino” no estaban en el poema original de Machado. Aunque ya sabía que algunos de ellos eran obra del cantautor catalán, de hecho en uno de ellos alude claramente al poeta, me sorprendió mi propia confusión. Aunque no soy una experta en poesía, la anécdota me pareció un gran halago para Serrat.

Me dio por pensar en la poesía, y me di cuenta de que no sería capaz de decir casi nada sobre el momento que atraviesa. Nunca leo poesía actual, me resultaría difícil nombrar un solo poeta vivo. Sospecho que yo no soy la excepción. Pero aunque no creo exagerado afirmar que la mayoría de la gente no está al corriente de la poesía que se escribe actualmente, ella siempre se abre camino y nadie se escapa de su influjo.




Nada mejor que estos versos de Becquer para explicarlo. La poesía que todo lo toca y todo lo envuelve a veces se disfraza de canción y así las figuras literarias y las rimas llegan a todos los oídos que no solo oyen, sino que también escuchan. No me refiero solo a los tributos que cantautores como Serrat han rendido a Antonio Machado o a Miguel Hernández que aún hoy siguen invitando a muchos a leer sus obras. Son muchos los compositores que son dignos herederos de los grandes poetas.

Escribía Hernández que los poetas son “viento del pueblo”. Durante la Guerra Civil, la Alianza de Intelectuales Antifascistas hacía llegar al frente republicano publicaciones como “El mono Azul” donde los milicianos podían leer las composiciones de los poetas de la Generación del 27.

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
-sangre en la frente y plomo en las entrañas-
....Que fue en Granada el crimen
sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada

Con estos versos empezaba el poema de Machado por el que se enteraron en el frente rojo del asesinato de Lorca. Durante la Dictadura Franquista, los cantautores tomaron el relevo y usaban sus estrofas para decir con metáforas lo que no podían gritar a los cuatro vientos.




En los días en los que el reggaeton y el techno parecen haberse adueñado del panorama musical, sigo pensando que la poesía seguirá abriéndose camino. Si ha sobrevivido a las modas y al paso de los siglos adaptándose, estoy segura que un puñado de “modernillos” no acabará con ella. Aunque me gustaría ilustrar esta relación, secuencial y paralela a un mismo tiempo entre poesía y composiciones musicales, con algún cantautor o grupo revelación digno de esta herencia lo cierto es que mi desvinculación de las novedades y mi devoción por Sabina me lo impiden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario