jueves, 21 de mayo de 2009

Reflexiones sobre el "maravilloso" mundo Disney


Un trabajo académico me ha llevado a revisar las películas de dibujos de Disney con las que crecí. El proyecto que planteamos es una serie de documentales sobre estas producciones como transmisoras de valores. El ejercicio de ver estas películas de “otra” manera, desde la distancia analítica y la madurez me ha planteado una reflexión que quisiera destacar: ¿deben las películas infantiles incorporar elementos dramáticos?

Viendo ahora de mayor las películas Disney he revivido algunos de los “traumas” de mi infancia: la muerte de la madre de Bambi, la madre de Dumbo encerrada en la jaula y, cobre todo, la muerte de Mufasa en el rey León… Aún ahora, me sigue costando esfuerzo ver películas tristes, dramas desgarradores, para sufrir ya está la vida. No quiero decir que todas las películas deban tener finales felices y contar historias bonitas, ni mucho menos, de hecho creo que las más nos emocionan son las que nos creemos, y el drama es algo muy nuestro. Lo cierto es que no sé que nos hace más daño si el “felices para siempre” o la muerte del rey león.

Leí en algún sitio que el dolor es inherente al crecimiento porque así maduramos. Por eso me pregunto si es bueno incluir el drama, y la tragedia a los niños ya de pequeños. ¿Esto les prepara para la vida real o solo les hace pasar un mal rato? ¿No sería mejor conservar intacta su bendita inconsciencia hasta que la vida les abra los ojos? Escribía el poeta Miguel Hernández “desperté de ser niño, nunca despiertes”, quizás los finales felices nos ayuden a seguir dormidos mientras aún nos sea posible.

1 comentario:

  1. ¡Una bonita entrada en homenaje a nuestro trabajo! Comparto el trauma de la muerte de la madre de Bambi...

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