viernes, 20 de febrero de 2009

400 años de olvido

“Que todos los moriscos de este reino, así hombres como mujeres, con sus hijos, dentro de tres días de como fuere publicado este bando en los lugares donde cada uno vive y tiene su casa, salgan de él y vayan a embarcarse a la arte donde el comisario les ordenare". Con estas palabras, un edicto del rey Felipe III ordenaba la expulsión de los moriscos de España en 1609, hace ahora 400 años.

Los moriscos descendían de los musulmanes que habían poblado Al-Andalus y que habían sido bautizadas a comienzos del siglo XVI. Pese a que constituían una minoría. Su conversión al cristianismo había sido forzada por lo que dentro de esta comunidad había diferentes posturas religiosas. Lo que es cierto es que conservaban costumbres propias del Islam: ayunaban durante el Ramadán, no comían cerdo ni bebían vino, circuncidaban a los niños…Por lo que los moriscos eran un grupo diferenciado que en ocasiones sufría lo que ahora llamaríamos racismo por parte de los cristianos viejos.

La expulsión de los moriscos supuso el exilio de alrededor de 300.000 personas, el éxodo más numeroso de la historia de España hasta la Guerra Civil. La mayoría de ellos se refugiaron en países como Argelia, Túnez y Marruecos. Sin embargo, pese a las trascendentales consecuencias que este episodio supuso, no solo para los propios moriscos, sino también para la tierra que dejaron y la que les acogió, este es uno de los episodios menos conocidos de nuestra historia. Las numerosas celebraciones que se preparan con motivo del cuarto centenario de la expulsión de los moriscos, aportarán su granito de arena para reparar, aunque sea en parte, esta deuda con nuestro pasado.

Fueron varias las causas que llevaron a Felipe III a tomar tan desgraciada decisión, y desde luego ninguna que lo justifique. Por lo tanto, tal vez el mayor homenaje que se pueda hacer se resuma en el reconocimiento de las palabras de Ramón Petit, del Instituto de Estudios Mediterráneos: “Para España fue una pérdida mientras que para Túnez supuso un renacimiento de tradiciones y culturas que ha conferido una diferenciación hasta la actualidad”. Muchos expertos de los países de acogida coinciden con Petit, la llegada de los moriscos significó grandes beneficios culturales en el arte, la música, la arquitectura… Una riqueza que todavía es palpable hoy en día, basta con pasear por las calles de la ciudad de Testour (Túnez) y conversar con sus habitantes, Mientras nosotros hemos olvidado a aquellos moriscos, ellos siguen teniendo muy presente de donde vienen.

Mientras, España, el país que los había expulsado, sufrió graves consecuencias económicas que afectaron a todos los sectores. Las tierras que cultivaban los moriscos quedaron yermas durante años y muchas regiones quedaron abandonadas. Tal vez al rey y sus validos no les importase demasiado el drama humano que supuso que trescientas mil personas fueran obligadas a abandonar la que había sido su tierra desde hacía generaciones, pero seguramente constataron pronto su error cuando la economía se resintió.
Aquí encontraréis las opiniones de algunos expertos
Trailer de la película: ""Expulsados 1609: la tragedia de los moriscos" es una producción de Casa Árabe y Sagrera Audiovisual que cuenta con la participación de TV3-Televisió de Catalunya y el Canal Historia.
Recorrido por el Túnez morisco y la ciudad de Testour
Web IV CEntenario de la expulsión de los moriscos

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